Las Playas Perdidas de Kuta Lombok

30 julio, 2014 por 2:53 pm

Cuando nombramos Indonesia inmediatamente pensamos en Bali, incluso olvidando que su capital no es otra que Jakarta. El marketing positivo generado por múltiples películas tales como “Comer, Rezar, Amar”, entre otras, hace que Bali sea la más popular entre las islas de Indonesia. Sin embargo, su extensa popularidad opacó la existencia de destinos turísticos menos conocidos pero, no por esto, menos bellos.

Existe un secreto oculto, descubierto hace años por surfistas que, buscando las mejores olas, emprendieron un viaje alejado del confort de los resorts balineses.  Kuta Lombok nada tiene que ver con la vecina localidad Balinesa con el mismo nombre. Mientras una es reconocida por sus lujosos resorts, restaurantes de cadenas internacionales, enormes boliches que abren hasta el amanecer, la otra se caracteriza por su paz y su población turística compuesta en su mayoría por surfistas en busca de la ola perfecta. Si bien existen algunos hoteles que ofrecen la comodidad de un cuatro estrellas, en su mayoría el alojamiento es sencillo, con bungalows que muchas veces no proveen agua caliente.

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Si alguna vez recorriste Europa, Asia e incluso Sudamérica sabrás que “paisaje paradisíaco” y “desértico” rara vez se complementan. En cuanto un destino turístico se lo reconoce como un lugar digno de visitar, miles y miles de turistas viajan para verlo. Kuta Lombok es la excepción a la regla. Alquilar una moto o una bici y recorrer escasos kilómetros por sus caminos es todo lo que se necesita para encontrarse frente a playas de belleza inigualable apenas habitadas por una o dos personas. Incluso en temporada alta, sus restaurantes pueden ser atendidos por un único mozo, sus playas no reciben más de 10 o 15 motos y sus calles recorridas a pie con toda tranquilidad. Su extensa vegetación, sus playas de arenas blancas y aguas transparentes, sus caminos de montaña con vistas espectaculares, todo esto vivido en la intimidad de una escasa compañía.

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Si uno se anima a alejarse del lujo al que nos tiene acostumbrados la isla de Bali y se siente aventurero y con ganas de probar un lugar nuevo, apartado de los circuitos tradicionales, estas playas perdidas son el lugar que está buscando. La rusticidad y precariedad de sus medios se ve ampliamente recompensado con tranquilidad, maravillosas vistas y contacto directo con la naturaleza.